Una mujer

 Había una vez una mujer muy divertida, apasionada y extravagante en el mundo humano. Esa mujer vivía la vida al límite, parecía no importarle el mañana, lucía como si no hubiera nadie en su vida necesitando su atención, su amor, su compañía. Eso parecía, eso se veía, pero no era así. La mujer tenía hijos, tenía hermanos tenía padres, tenia sobrinos ya todos les dio todo el amor que pudo, mas alla de las extravagancias, de las locuras, de las deudas, de lo malo, ella supo amarlos y en cada uno de ellos dejó una marca imborrable que permanece hasta el día de hoy en todos ellos y los hace preguntarse a cada uno de ellos ¿Que hubiera pasado si seguiría acá, con nosotros?

Porque la mujer era tan divertida, extrovertida y emocionante, que el dios de los humanos, decidió llevarla con él, anunciandolo a su familia, apagando su alegría y luz poquito a poco, mostrándoles a todos una lección que cada uno irá aprendiendo con el tiempo. .

El luto de todos lo que quedaron con su marca en el corazón dura hasta el sol de hoy, pero todos eligen recordarla con lo bueno, borrando lo malo, lo oscuro, lo que no tiene valía hoy en día.

Sus hijos crecieron, sus hermanos continuaron con sus vidas, tuvieron más sobrinos que, tristemente, no pudieron regodearse de su alegría y amor, sus padres decidieron después de mucho tiempo acompañarla, encontrándose en un mundo desconocido para el humano, pero muy conocido para esta. mujer. Sus sobrinos hoy la recuerdan como una gran tia y compañera, una segunda mamá a la que tal vez no la supieron valorar lo suficiente en la tierra, pero si lo hicieron en su honor y con su recuerdo latente. 

Todo aquel que supo amarla, hoy se encuentra con un homenaje en su alma. Nunca la olvidaron. Nunca pude.


Comments

Popular posts from this blog

La Familia

Un perdón necesario